¡Nos salimos de lo habitual! Llevamos una serie de semanas que están siendo bastante intensas en cuanto a actividad en el proyecto. Más allá del canal whatsapp que nos tiene activos en el día a día, no dejamos semana sin que pase algo. Y justo, en el ecuador de este mes y medio de sprint final antes del parón estival estrenamos un nuevo evento: Los PianoMeetup special!
Para nuestro primer special contamos con la inestimable colaboración de Yamaha y Quiet Music Studio.
Un poco sobre nuestros colaboradores
La marca Yamaha toma el nombre de su fundador, el japonés Torakusu Yamaha, quien ya en 1887 construye su primer órgano musical, una habilidad artesanal que supuso el origen de un grupo corporativo y multinacional conocido hoy en día por su nivel de tecnología, capacidad de producción y ventas mundiales.
Yamaha es una empresa con más de 125 años de Historia que opera en la actualidad con dos compañías independientes, Yamaha Corporation y Yamaha Motor Co., Ltd.
Desde el inicio ha sido un lugar de encuentro para jóvenes intérpretes y artistas de Madrid y alrededores, siendo la sede de la Asociación Artística Música Callada cuando ésta se fundó en 2017.
Debido al éxito de los conciertos y eventos organizados por esta asociación, llegando a llenar el Auditorio Nacional de Música de Madrid en 2021, varios de sus socios deciden crear Quiet Music Studios. El objetivo de esta empresa es ofrecer grabaciones de alta calidad, no sólo a artistas, si no también a empresas.
Tras firmar un acuerdo con la sucursal Ibérica de Yamaha Music Europe, el estudio de grabación y producción audiovisual Quiet Music Studios contó desde septiembre de 2021 con un piano Yamaha Artesanal modelo S7X, y desde enero de 2022 con un Bösendorfer 230VC, único en Madrid, elevando aún más con este piano el material técnico del estudio.
Unidos para disfrutar un piano icónico
Los PianoMeetups Special! son eventos que planteamos de una forma similar a los eventos normales pero significativamente diferentes por el entorno en el que se realizan. En esta primera ocasión tuvimos la oportunidad de tocar un piano icónico: un Bossendorfer 230VC .
Quizá lo que más llama la atención del piano antes de tocarlo, es la estética, los colores interiores del piano son más sobrios, acompañados de unos grafismos en el propio atril que, a mi personalmente, me anunció que iba a ser una experiencia bastante distinta a la habitual de tocar un piano de cola.
La segunda sensación diferente que tienes se produce al tocar la primera nota, el recorrido de la tecla parece ser significativamente más corta y el sonido, potente al tratarse de un piano de 230cm, resulta extremadamente chocante de lo cálido que es. Radicalmente opuesto a lo que estoy acostumbrado.
Cada uno de los que estuvimos al piano, tuvimos una experiencia personal diferente, pero creo que todos coincidimos en la sensación de unos bajos muy potentes y un piano de una altísima calidad.
El evento
El evento lo abrió Peter como representante de Quiet Music Studios que nos estuvo contando cómo surgió el estudio y que tipo de servicios ofrecen a los pianistas a la hora de hacer producciones audiovisuales.
Tras conocer el entorno donde nos encontrábamos, Peter dio paso a Laura en representación de Yamaha/Bossendorfer, que pasó a contarnos como Yamaha había adquirido la marca Bossendorfer y explicarnos un poco más del piano que estábamos a punto de tocar. Lo cierto es que se trata de un piano único en España ya que se trata de una nueva medida.
Me voy a dar permiso para utilizar términos militares para describir lo que pasó a continuación: A partir de ese momento pudimos ir pasando en la disciplina habitual (por turnos) por el piano, disfrutando de un instrumento de una calidad excelente, sin embargo, para mi lo mejor empezó cuando ya todos habíamos probado el piano. Sirviéndome del término militar, se rompieron filas y pasó a ser un evento mucho más distendido ya que, por un lado no teníamos un toque de queda y, por otro, habíamos traído avituallamiento, así que pudimos seguir compartiendo el piano de una forma familiar y charlando tomando algo.
Esto fue gracias al entorno tan agradable que nos ofrecía Quiet Music Studio donde, más allá del entorno «funcional» preparado para realizar las grabaciones, tenía otra zona, dentro del mismo espacio, con un roll chillout para estar tomando y charlando algo mientras los demás compañeros tocaban (incluida Laura).
Estuvimos compartiendo el espacio hasta bien entrada la noche, hasta que casi ya por apuro (y un poco de hambre también) movimos la reunión a un restaurante en Plenilunio, del que casi nos echaron nuevamente. No hay nada como estar entre amigos para no querer irse.
Un agradecimiento especial
Por supuesto, reitero mi agradecimiento a Yamaha y Quiet Music Studios. Pero además en esta ocasión y, siendo un evento diferente a los habituales, quería extender un agradecimiento especial por pedir el recuerdo de su paso por el evento a: Pedro, Oscar, Carlos y Javier.
Con vuestra colaboración nos ayudáis a sostener este proyecto.
Gracias a vosotros!! Ha sido una experiencia inolvidable