Resumen del evento MPM 36

Tras una parada técnica debida a la falta de disposición del auditorio, el viernes 16 arrancamos el sprint final de eventos antes del parón estival. Y es que nos encontramos a las puertas de una actividad frenética donde los próximos cuatro viernes tenemos lio. Con muchas ganas de reunirnos de nuevo, comenzamos un evento que tuvo un inicio inusual con una muy nerviosa Anusky y tres nuevos pianistas que debutaron uno detrás de otro. A pesar de este arranque atípico y la diversidad de pianistas, el Madrid PianoMeetups XXXVI resultó ser un evento más que memorable, lleno de momentos únicos y entrañables, y un amor increíble a la música y el piano .

A diferencia de los últimos eventos, en los que apenas incorporamos novedades, esta vez tenemos dos cambios significativos. El primero es técnico, ya que ahora disponemos de un nuevo móvil para realizar grabaciones y hemos comenzado a experimentar con reels y transmisiones en directo en Instagram durante el propio evento.

Otra curiosidad de este evento fue en el aspecto social… en lugar de comer «por turnos», prácticamente todo el mundo se sentó a la vez y se levantó para continuar la fiesta, casi como si fuera una coreografía.

Los méritos

Cada vez intentamos hacer la experiencia Madrid PianoMeetups más divertida y participativa con los desafíos. En esta ocasión se han estrenado con nosotros y, por tanto, han recibido el recuerdo de su primer paso por el piano de PianoMeetups tres sorprendidos pianistas (no se lo esperaban): Paloma, Carlota y Jesús.

El evento

El montaje de este evento comenzó en el Colofón, y eso hizo que quizá la parte de preparar el auditorio fuese un poco más pillada de tiempo, no obstante y con todo bastante controlado arrancamos, en esta ocasión de la mano de una muy nerviosa Anusky, con no uno, sino dos retos de los 60. Poco ahondamos en el tema de abrir el evento, pero eso en si mismo ya es un reto hacerlo.

El segundo en tomar las teclas fue otro de los rookies, Marco que sin prisa ni pausa, arranco despacito (lo siento, pero la tenía que decir). Con un frenético ritmo se la toco de cabo a rabo y dio el pistoletazo de salida al veranito.

Tras él, arrancó el bloque de nuevos pianistas; lo cierto es que ninguno de los 3 se esperaba tocar pero los tres se animaron. El primero en tocar superando los nervios fue Jesús, que tocó un muy contundente Nuvole Bianche, una de esas piezas que engañan ya que parecen fáciles pero luego hacer que suene bien no lo es y, nuestro nuevo pianista demostró con soltura el dominio sobre la pieza. Curiosamente, es la primera vez, en casi 4 años, que se repite pieza y más aún back-to-back pero este fue el caso, tras Jesús una emocionada Carlota subió a tocarnos un poquito más el corazón con la misma pieza. Una interpretación que no tuvo nada que envidiar a la anterior y que hizo que Carlota se bajara desbordada por las emociones y soltando alguna lagrimita, y es que es un gusto ver como la gente se quita los filtros cuando toca!

La tercera en subir y estrenarse fue Paloma, si en los dos casos anteriores no sabían que iban a tocar, su caso fue extremo ya que ni siquiera sabia «a que venía». Invitada de Alex se encontró de repente en un evento en el que iba a tocar ella, así que sin partitura subió a tocar un Schumann hasta lo que le dio la memoria de sí. ¡Un logro sin duda alguna, tocar de estreno y sin partitura!

Tras el bloque de estrenos, Diego nos trajo un «variadito» de piezas cortas que hicieron las delicias de todos, tres temas con sus tres estilos distintos y, sobre todo compartiendo con nosotros el social que ¡¡¡ya era hora!!!

Un muy preparado Julio tomó las teclas para contrastar con una preciosa pieza de Debussy… Una pieza que cada vez que suena no puedo reprimir una sonrisa tras la cual fue el turno de la versátil Iryna, que nos trajo el que se ha convertido en un himno de su tierra junto con su propuesta del reto de los 60 con un rotundo Long and winding road de los Beatles.

También defendiendo patria se subió Pablo, primero sorprendiéndonos con un arreglo propio de cant des ocells para ponernos a soñar con la danza fantástica de Turina. Si hay algo que reconocer a Pablo (entre otro millón de cosas, por supuesto) es que nos descubre piezas increíbles que disfrutamos por doble partida, su interpretación y el descubrimiento.

Y hablando de descubrimientos, también fue el de Olga, aunque nos costó un poquito que nos dijera de quien era la obra que nos trajo…. chascarrillos aparte, el arreglo que nos trajo de A million tears sacó una profundidad y sonoridad espectaculares al piano.

Otro que también se salió por la tangente de las piezas más tocadas fue el siguiente pianista, Nacho, que habiendo acabado el master que le impedía compartir los eventos con nosotros, nos trajo una delicadísima pieza del compositor Sakamoto.

Otro de los pianistas que nos trae de forma constante descubrimientos es David, ya totalmente integrado por cierto, con una colorida sonata Scarlatti para arrancar y una frenética sonata de Soler para cerrar.

El giro de timón respecto a los estilos lo dio Javier, que estrenó el bloque más jazzistico con Night in Tunisia y rematando con su reto de los 60 con un chulísimo sunny, que contrastaba un poco con el momento atardecer que se iba apoderando del auditorio.

Nuestro medley man Alirio fue el siguiente en sentarse… Y aunque oficialmente tocó Jamiroquai, como siempre se intuían cachitos seleccionados de otras grandes obras, en este caso un Take 5 y un montuno.

Hay veces que seleccionamos una pieza por lo que nos recuerda o por lo que significa, pero Almudena escogió la pieza que tocó a cuatro manos por su título, Heavy Numbers, y es que este microjazz le provocaba, por algo dicen que de casta le viene al galgo 😉.

Tras acompañar a Almudena, Inma se quedó sola ante el piano para, tras lamentarse de cansancio y sueño (lo que viene siendo hacer un idem) hacernos un recorrido brutal por dos temas fantásticos de los 60 que ¡no pudimos evitar cantar! y que además repitió en el social.

La recta final del evento comenzó con una improvisación bastante delicada por parte de Felipe, que aunque se incorporó casi de último momento pudo tocar y hacernos disfrutar de su música. En amplio contraste subió Elena que nos embriagó con el Bach que nos trajo: Un viaje por la tercera suite inglesa del compositor.

El cierre del evento lo hizo Rafael… bueno, luego yo aporreé un poco las teclas pero nada que ver con la delicadeza de la pieza que nos trajo y la sutileza de la interpretación de su snow.

Corriendo como alma que lleva el diablo nos fuimos al Colofón donde no hubo ni un minuto sin más y más música y disfrutando a tope con todos los amantes del piano que formamos Madrid PianoMeetups.

Quiero agradecer a todos los asistentes por su entusiasmo y participación en este increíble encuentro. Si te perdiste el Madrid PianoMeetups 36, no te preocupes. ¡El 23 y el 30 tendremos más!

Piezas por orden de interpretación

Por orden de primera interpretación.

® – Canción del reto de los 20 segundos

Vídeo resumen del evento

Aqui podéis ver el resumen de cómo fue el Madrid PianoMeetups XXXVI

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